¿Por qué ladrar, si puedo soñar?
Sin duda, uno de mis mejores momentos es cuando sueño. No me refiero a los sueños durante la vigilia. Me gusta soñar despierta, con los ojos cerrados, el cuerpo tendido y abandonado, la respiración profunda.
Cuando sueño despierta, imagino todo tipo de aventuras, construyo rompe-cabezas imposibles, y genero un montón de detalles con los que producir mis ideas y planificar su viaje a la realidad.
Para aprovechar de verdad el ejercicio de soñar, previamente he debido alimentarme de mi entorno física y emocionalmente.
Últimamente he dedicado mucho tiempo a este entretenimiento de soñar, porque he recibido mucho sustento del talento que existe a mi alrededor. ¡Me ha sentado estupendamente!.
Por fin me acerco al principio de un nuevo tiempo y estoy emocionada.
Ah!....y además mientras sueño, no ladro.....¡qué silencio!.
Abrazos de la brujuleadora
¡Que hermosa realidad amiga, aunque sólo sean sueños.
ResponderEliminarTe extrañamos...
Un abrazo.
Gracias Moli, yo a vosotros también!!! Ya vengo de regreso, despacito pero segura :)))
EliminarUn abrazo!!!!
Claro qué sí!! Qué importante es soñar, y es que todo empieza en un sueño.
ResponderEliminarMuy chula y positiva esa reflexión.
Un besote!!
:))).....¡¡cuántas cosas tendré que contarte en breve!!! Besos mil!!!!
EliminarEstá muy bueno eso de ejercitar los sueños mientras uno está despierto. Se prepara el cuerpo y el alma para llevarlos a cabo en la realidad. La realidad será buena si somos tenaces en nuestros intentos de cumplir nuestros sueños. ¡Qué vivan los sueños!
ResponderEliminarCuánta razón tienes Hugo. La tenacidad es un ingrediente base de la receta de los sueños. Un abrazo!!
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