
De todos es conocido, que el sol termina saliendo detrás de la tormenta y, aún así, nos empeñamos en alimentar nuestras nubes mentales.
Mi abuela ya lo decía. Pero, ¿por qué no le haría caso?
De todos es conocido, que en raras ocasiones aprendemos en cabeza ajena y, peor aún, la mayor de las veces tampoco en la propia.
Mi abuela ya lo decía. Pero muchacha, ¿por qué no me haces caso?
De todos es conocido que existen los días nublados y entonces, aún sin querer, nos pesa el alma.
La brujuleadora de caminos
Qué bonito, brujuleadora. Yo por mi parte, que aún no soy abuelo, consejos no doy, pero te regalo mi sonrisa para que te la pongas en el alma. Un besito.
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