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Esta tarde no bailan las golondrinas,
ni salpican mis pies cuando surcan el agua.

Esta tarde no oigo el ruiseñor,
ni huele a romero el campo.

El cerezo observa su reflejo en el espejo de la charca
y yo me acuerdo de ti, ocaso serrano.

Dormid tranquilos, ahora que no estoy.
Despertad alegres, y acordaos de mí.

Otros llegaron, y ahora os ocupan
pero yo… os amo… y ellos… tan solo escuchan.

Guardadme un lugar humilde al que poder volver,
en el que guarecerme cuando llegue el frio.

Esta tarde hace calor,
y en la calle de mi casa algarabía.

Esta tarde me dejé llevar y.... hasta aquí os he traído.

Comentarios

  1. Qué bonito, oyes, oh yes!
    Melancolía, y nostalgia al ver la foto.
    Aquí otro que tampoco controla de poesía, pero me gustó y es lo que importa, creo yo.
    Un besito.

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